En los comienzos de mi actividad profesional podría haber seguido la línea de la ginecología general o la oncología ginecológica. Algún tiempo tuve incluso consulta privada exitosa que finalmente abandoné para dedicarme por completo a la Medicina Reproductiva. Las razones que motivaron esta decisión lógicamente profesional, también tienen una base emocional y en mi caso creo que podrían ser las siguientes:
- No se porqué pero recuerdo perfectamente el verano de 1978 cuando nació Louis Brown la primera niña nacida mediante Fecundación In Vitro (Bebé probeta) ocupó los titulares de todo el mundo y en mi familia (en verano estábamos abuelos, tíos y primos juntos) hubo muchas discusiones los que pensaban que era una locura que la ciencia hiciera esas cosas propias de Dios y los que creían que aquello era un gran avance. Yo era un niño de 11 años pero es un recuerdo nítido de mi infancia y creo que poder dedicarme a aquello que parecía una locura en aquella España ha sido una de mis motivaciones.
- Otro momento clave fue cuando iba a elegir el sitio para realizar la especialidad. Todos los futuros médicos peregrinamos por los distintos Hospitales hablando con otros residentes sobre la situación de la especialidad en tal o cual centro. Yo tenía claro que quería ser ginecólogo, pero había que decidir donde la realizaba y preguntando en el Hospital Clínico de Valladolid, un residente me dijo que era uno de los pocos Hospitales que contaba con Unidad de Reproducción y que era muy posible que en los siguientes años se creara una Unidad de Fecundación In Vitro y esa razón pesó enormemente en mi decisión a la hora de la elección de la plaza. Finalmente terminé haciendo la especialidad allí y en mi último año de residencia se puso en marcha la Fecundación In Vitro asistí a los preparativos, las obras, las compras el nacimiento y los primeros pasos de esa Unidad a la que afortunadamente con el tiempo pude dedicarme profesionalmente. Hemos evolucionado juntos la he visto crecer, mejorar, ampliar sus técnicas y dotración para dar solución a los problemas de fertilidad de miles de parejas de toda Castilla y León.
- Por último la razón de esta decisión lógicamente fue profesional en su momento comprendí que la Medicina reproductiva era un campo nuevo y con un potencial de desarrollo inmenso. Es una disciplina muy joven que apoyada en la farmacología, la ecografía, la tecnología y la genética ha avanzado a pasos agigantados desde lo que era en Castilla y León en el año 1994 cuando empecé a trabajar en este campo a lo que es hoy en día. Los resultados de los tratamientos han mejorado en tasas de gestación y ofreciendo opciones para cada vez más tipos de pacientes o parejas con diversos problemas que antiguamente se veían condenadas a no ser padres, sin embargo la esterilidad y la infertilidad o el no conseguir el sueño de la maternidad puede destrozar la vida de muchas mujeres que en ocasiones abandonan ante un mal resultado. Creo que poder ayudar a estas mujeres o parejas con mis conocimientos apoyo y con un trato humano y cercano y poder verlas lograr su sueño ha sido para mi la principal razón y orgullo de mi dedicación profesional y lo que me ha llevado a intentar liderar el proyecto Vida Recoletas para reflejar en el todos mis conocimientos y conseguir que muchas más personas consigan vivir el inolvidable nacimiento de su hijo en un centro único en Castilla y León dedicado completamente al estudio y tratamiento de los problemas de fertilidad.