Esterilidad e infertilidad son dos términos aparentemente similares, que muchas veces se utilizan como sinónimo de forma indistinta, sin embargo, no tienen el mismo significado.
¿Qué es la esterilidad?
Es la no consecución de un embarazo. Es decir, se refiere a aquellas parejas que no consiguen concebir tras un año manteniendo relaciones sexuales con frecuencia normal y sin usar ningún método anticonceptivo. Este periodo de espera se acorta cuando la mujer tiene entre 35 y 40 años.
¿Y la infertilidad?
Es la imposibilidad de llevar a término el embarazo, es decir, finalizar la gestación con el nacimiento de un niño sano.
En ambos casos, hay que distinguir entre esterilidad e infertilidad primaria y secundaria.
Hablamos de esterilidad primaria cuando la pareja nunca ha conseguido tener un hijo. Y la secundaria cuando después de haber tenido hijos no se consiguen los siguientes.
La infertilidad primaria se refiere a no llevar a término un embarazo satisfactoriamente. Mientras que la secundaria se produce tras haber tenido un hijo y conseguir otra gestación pero que no llega a término.
¿Cuáles son las causas más frecuentes de la esterilidad?
Entre las causas más frecuentes, por parte de la mujer, se encuentran problemas en la ovulación, obstrucción tubárica, una reserva ovárica disminuida, endometriosis, edad avanzada o enfermedades crónicas como diabetes, problemas de tiroides, etc.
En el caso del hombre, lo más común es que existan problemas en la movilidad de los espermatozoides o disminución del número de los mismos.
¿Cuáles son las causas más frecuentes de la infertilidad?
Las causas van en la misma dirección que los nombrados en la esterilidad así como anomalías uterinas y cervicales o lesiones en las trompas. En cuanto al varón, pueden presentarse problemas de alteraciones testiculares, obstrucción de conductos, problemas de próstata, así como alteraciones en la eyaculación, erección o al igual que en la esterilidad problemas en el semen.
Un tratamiento para cada caso
Los problemas de esterilidad afectan a un 16% de las parejas, aumentando en el caso de mujeres en edad avanzada hasta un 50%. Afecta de la misma manera a hombres y mujeres (40% ambos casos), siendo el porcentaje restante causas que no se conocen o no se han conseguido clarificar.
Cuando una pareja o persona con dificultades para conseguir un embarazo decide someterse a un tratamiento de Reproducción Asistida, estará enfocado según el origen de la infertilidad o a la esterilidad. Las pruebas y estudios (exploraciones, análisis, ecografías…) para intentar conocer las causas, así como los tratamientos orientados a su solución, son totalmente diferentes y específicos en cada caso. Dependiendo del resultado, y el porqué de que exista infertilidad o esterilidad se considerará la realización de un tratamiento u otro.