Las aneuploidías del óvulo y posteriormente del embrión, son muy frecuentes y aumentan con la edad de la mujer. Son responsables de la disminución de las tasas de embarazo con la edad, de muchos fallos de implantación y de la mayoría de los abortos. Mediante esta técnica se seleccionan los embriones cromosómicamente normales mejorando las tasas de gestación y reduciendo los fallos de implantación y aborto permitiendo todo ello aumentar la probabilidad de nacido vivo y acortar el tiempo necesario para lograrlo. Esta técnica hoy en día se considera una técnica complementaria casi de rutina de los tratamientos de FIV/ICSI para aumentar su eficacia.
La técnica PGT-A permite seleccionar embriones cromosómicamente sanos haciendo desaparecer el efecto netativo ligado a la edad. Con un embrión euploide en Vida Recoletas se consiguen unas tasas de gestación del 65-70% por transferencia.
El problema del PGT-A es que si se obtienen muy pocos ovocitos o la mujer es de edad muy avancada puede suceder que todos los embriones sean anómalos (aneuploides) y por lo tanto no transferibles. En estos casos habrá que valorar de forma individualizada si está indicado volver a intentar el tratamiento u optar por otras técnicas de reproducción como la recepción de ovocitos/ovodonación.